27/4/08
Firmin
Este libro encantador mostra a experiencia lectora dunha rata. Só para abrir boca:
"Al principio me limitaba a comer, royendo y masticando, tan feliz, siguiendo los dictados de mi gusto. Pero pronto empecé a leer, un poco por aquí, otro poco por allá en los bordes de mis comidas. Y según transcurría el tiempo fui leyendo más y masticando menos, para terminar pasándome prácticamente todas las horas de vigilia leyendo y comiéndome sólo los márgenes. Y, ay, ¡cuánto lamenté entonces aquellos horribles agujeros! De algunos títulos no había más que un ejemplar, y tuve que esperar años para rellenar los huecos. No me enorgullezco de ello." Páxs. 35-36.
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